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Técnicas de esquí

Para esquiar más o menos bien y sin correr riesgos, sólo tienes que aplicar una serie de técnicas básicas que te permitirán deslizarte cómodamente y con seguridad, sean cuales sean las condiciones de la nieve. Porque ya se sabe que cuando hay nieve polvo todo el mundo esquía bien, pero cuando la pista está helada o te encuentras con nieve primavera, muchas veces lo que haces es bajar como puedes, derrapando y poniendo en peligro tu integridad y la de los demás usuarios de la pista.

La primera técnica que debes dominar es el control del equilibrio dinámico. Cuando esquías, debes ir balanceándote sobre los esquís mientras te desplazas, esto es, debes apoyar siempre tu peso sobre uno de los esquís, el de la pendiente. Sólo con eso, ya conseguirás controlar la velocidad y sentir que dominas la situación.

Otra de las principales técnicas para esquiar y seguramente la más importante junto con el balanceo dinámico es la postura básica que debes adoptar, manteniendo tus pies y tus piernas en línea recta con tus caderas, flexionando tus rodillas al tiempo que doblas la caña de la bota, y llevando tus brazos hacia delante.

Finalmente, también es fundamental que centres tu cuerpo, es decir que cuando estés con las rodillas flexionadas, mantengas el glúteo y las caderas en línea recta con los pies, sea cuál sea la pendiente. Esto es muy importante porque, justamente, cuando tenemos miedo, solemos tirarnos para atrás, como si nos sentáramos en un silla, descentrando el cuerpo, y esto precisamente hace que nos cueste más girar y que nos cansemos más.

Esquí de verano

Si no puedes esperar hasta el próximo invierno para volver a calzarte tus esquís, aprovecha las vacaciones estivales para practicar el esquí de verano. En Europa, hay varios glaciares acondicionados para esquiar o hacer snowboard en los meses más calurosos del año, como es el caso de las estaciones de Tignes o Les 2 Alpes, que ofrecen dominios esquiables de buena calidad desde finales de junio hasta finales de agosto.

Evidentemente, las mejores condiciones de nieve se dan a principios de verano, aunque a veces también se producen pequeñas nevadas en agosto, cuando en las grandes montañas el clima ya empieza a empeorar y son frecuentes las precipitaciones por las tardes.

En las zonas de esquí de verano los remontes mecánicos suelen abrir y cerrar más temprano que durante el invierno, y es aconsejable levantarse temprano y empezar a esquiar cuanto antes. Como es obvio, en verano la nieve se transforma más rápidamente en agua a medida que avanza el día y las condiciones de la nieve se degradan a partir de las 12h30 o la 13h.

Asimismo, en verano, los dominios esquiables son, claro está, más reducidos que en invierno, por lo que, en lugar de hacer esquí libre, puedes aprovechar para iniciarte en el slalom o para disfrutar de los grandes snowparks acondicionados por las estaciones en estos glaciares, que suelen proponer numerosas zonas de saltos, half pipes, etc., y que tienen mucho éxito entre los freestylers.